Pintando con Fran

Las mascotas, resolver el duelo de la partida

Las mascotas son importantes en la vida de cualquier chico. Para Fran, son sus compañeros de aventuras. A veces personajes de películas, a veces casi peluches…

Fran imagina que Andy (su beagle) es “Supercan”, cuando juegan en el patio y Miguel (su gato) es el mono Abú, de “Aladdin” cuando le mordisquea los pies durante las meditaciones. Sus mascotas son también un recurso terapéutico. Tiene un vínculo diferente pero igual de hermoso con los dos. Lo veo sonreír y disfrutar de la compañía de ambos.

Fran tiene a Miguel y Andy desde hace poco menos de un año. Le encantan y los eligió él. Antes tuvimos a Valentin, el Fox Terrier terrible de las travesuras, luego una gata (Azul) y muchos Golden Retriever, de una pareja, Simón y Franca, que tuvieron tres camadas de cachorros; Bruno (uno de los cachorros) se quedó con nosotros cuando Simón murió.

Fue muy triste y Fran lo resolvió en ese momento haciendo una pintura hermosa de Simón. Todavía lo nombra y recuerda con mucha ternura, y dice que está en el cielo, con su abuelito (su bisabuelo) “Mino” (Domingo) que se murió cuando Fran tenía dos años. Hace poco su bisabuela “Mano” (Margarita) también murió a los casi ciento un años. De la abuelita Mano hizo un dibujo hermoso y la recuerda siempre, especialmente porque le encantaba la pizza y los helados, igual que a él.

 

 

Fran me dice de los abuelitos que están en el cielo, igual que Simon, “los tengo de recuerdo”. Cuando era más chico decía que Buzz Lightyear volaba cerca del abuelito Mino y cuando Simón murió “se fue con el abuelito y Buzz”.

Durante la cuarentena Fran pintó muchos animales y también muchas versiones de su hermana Flor. Yo también pinté varias veces a Flor, en el patio de casa, en unas vacaciones juntos en Brasil y en una playa en Italia. Pintarla fue una manera de sentirla más cerca. Cuando pintamos solemos hacer videollamadas y ella participa de nuestro trabajo. También lo hacemos durante algunos desayunos o almuerzos o los domingos en casa de los abuelos.

Fran le dice a Flor cada vez que hablamos, “te extraño tanto, estás en mi corazón!”, “te hice un dibujo de cuando fuimos a pasear por la costanera”… “cuando vengas a visitarnos, vamos a hacer muchas cosas, vamos a dibujar juntos!”…

Las mascotas son importantes en la vida de cualquier chico. Para Fran, son sus compañeros de aventuras. A veces personajes de películas, a veces casi peluches…

Fran imagina que Andy (su beagle) es “Supercan”, cuando juegan en el patio y Miguel (su gato) es el mono Abú, de “Aladdin” cuando le mordisquea los pies durante las meditaciones. Sus mascotas son también un recurso terapéutico. Tiene un vínculo diferente pero igual de hermoso con los dos. Lo veo sonreír y disfrutar de la compañía de ambos.

Fran tiene a Miguel y Andy desde hace poco menos de un año. Le encantan y los eligió él. Antes tuvimos a Valentin, el Fox Terrier terrible de las travesuras, luego una gata (Azul) y muchos Golden Retriever, de una pareja, Simón y Franca, que tuvieron tres camadas de cachorros; Bruno (uno de los cachorros) se quedó con nosotros cuando Simón murió.

Fue muy triste y Fran lo resolvió en ese momento haciendo una pintura hermosa de Simón. Todavía lo nombra y recuerda con mucha ternura, y dice que está en el cielo, con su abuelito (su bisabuelo) “Mino” (Domingo) que se murió cuando Fran tenía dos años. Hace poco su bisabuela “Mano” (Margarita) también murió a los casi ciento un años. De la abuelita Mano hizo un dibujo hermoso y la recuerda siempre, especialmente porque le encantaba la pizza y los helados, igual que a él.

 

 

Fran me dice de los abuelitos que están en el cielo, igual que Simon, “los tengo de recuerdo”. Cuando era más chico decía que Buzz Lightyear volaba cerca del abuelito Mino y cuando Simón murió “se fue con el abuelito y Buzz”.

Durante la cuarentena Fran pintó muchos animales y también muchas versiones de su hermana Flor. Yo también pinté varias veces a Flor, en el patio de casa, en unas vacaciones juntos en Brasil y en una playa en Italia. Pintarla fue una manera de sentirla más cerca. Cuando pintamos solemos hacer videollamadas y ella participa de nuestro trabajo. También lo hacemos durante algunos desayunos o almuerzos o los domingos en casa de los abuelos.

Fran le dice a Flor cada vez que hablamos, “te extraño tanto, estás en mi corazón!”, “te hice un dibujo de cuando fuimos a pasear por la costanera”… “cuando vengas a visitarnos, vamos a hacer muchas cosas, vamos a dibujar juntos!”…

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