Cuando Fran pinta, trato de que avance, de que haga el siguiente paso, de que entienda una secuencia, pero también de que mire y reproduzca la imagen que eligió, lo que él ve, o interpreta.

Una vez hecho el dibujo con carbonilla, pinta el fondo y luego de atrás hacia adelante en capas de colores…No estoy segura si entiende la razón de esta secuencia, o si lo tiene incorporado, por eso lo apoyo verbalmente para que lo haga…

A veces es frustrante porque se distrae, está pendiente de la hora, de lo que sigue después de pintar… parece que quiere conformarme y pasar a otra cosa. Entonces me enojo con él y él se enoja también… peleamos y me dice “yo me enojo más!”… Pero también hay momentos geniales donde hace cosas maravillosas y le digo que está buenísimo y lo veo disfrutar de su logro y del elogio.

Siempre saco fotos con el celular cuando Fran pinta, las comparto con su hermana, que está viviendo en Italia, pero que sigue estando muy pendiente de Fran y conectada con todos nosotros. Me gusta ver al final todo el proceso en el registro fotográfico y me gusta compartirlo… con la familia y amigos, en las redes.

A veces filmo el proceso, además de las fotos. Son muy buenos registros que ayudan a verlo desde otra perspectiva, o en otro momento. Pero a Fran no le gusta que lo haga… no estoy segura de por qué. Me dice “¡no quiero que me filmes!, lo voy a romper!”…Le digo que si lo filmo, podemos verlo después y mejorar y avanzar.

Creo que verse en un video, en movimiento, “en acción”, lo pone ansioso, de la misma forma que cuando ve una peli nueva… Necesita verla varias veces antes de sentirse cómodo y poder disfrutarla… o descartarla porque no le gusto.

Prefiere una imagen estática, como cuando busca en el celular fotos: paseando en la costanera con Flor, en la pizzería con los chicos o con Andy (el beagle) sentados en la galería.

Esta imagen en particular le fascina… dice que es igual a una escena de Winnie Pooh, donde Chistopher Robin está sentado con Pooh en una loma, mirando el horizonte y contándole que deberá ir a la escuela… Habla de crecer, de afrontar un nuevo desafío. Y la peli termina con esa idea de que el oso siempre estará ahí, esperándolo… el niño no estará solo!

Es una imagen muy serena, casi sin movimiento, donde parece que el tiempo se detuviera y los dos amigos, el niño y el oso, contemplan el atardecer… como un preludio de lo que está por terminar para dar lugar a lo que viene…